Pero sin duda, una de las mejores bazas es la toxina botulínica: una proteína natural purificada con la que conseguimos un efecto denominado neuromodulación y que consiste en una disminución de la fuerza de contracción de los músculos, dando lugar a su relajación y a través de este ello mitigar notablemente las arrugas y marcas de expresión.
El tratamiento con toxina botulínica tipo A es uno de los tratamientos más consolidados, estudiados y seguros en medicina estética. La seguridad de la toxina botulínica ha sido probada en estudios médicos a lo largo de más de 20 años, lo que certifica que se trata de una terapia segura, eficaz y bien tolerada. Más de 2.000 estudios científicos realizados en todo el mundo avalan su seguridad. Piense que la dosis tóxica es de 2.800 a 3.500 U y en un tratamiento estético utilizamos unas dosis máxima de 40 U.
Mediante este tratamiento logramos el rejuvenecimiento integral de la mirada, tratando, no solo las arrugas de expresión (del entrecejo y patas de gallo), sino aportando además una mirada descansada, fresca y juvenil. En Metódyca somos expertos en el tratamiento con toxina botulínica, logrando, con una técnica cuidada y personalizada, resultados naturales, lejos de las facciones congeladas, alteradas y faltas de expresión resultado de una técnica inadecuada.
Forma parte de la estructura de los tejidos y entre sus cualidades principales se encuentra la absorción de agua, el aporte de volumen y su característica biodegradable.
En la actualidad se pueden emplear gran variedad de productos cuyo principio activo es el AH para combatir los signos del envejecimiento facial y para modificar características anatómicas faciales atendiendo a unos cánones estéticos con el objetivo de aumentar la armonía y belleza facial. En función del material y la región tratada se puede hablar de tratamientos con una duración de entre 10 y 18 meses en términos generales.
Tratamos con ácido hialurónico las siguientes áreas:
El tratamiento con ácido hialurónico de los labios puede comenzar por una hidratación suave, aumento de volumen, armonización labial e incluso tratamiento de secuelas estéticas o tratamientos de camuflaje de diversos defectos. Se puede realizar el tratamiento con diversos tipos de AH en función del resultado deseado.
Se define como sonrisa gingival aquella condición por la cual en la sonrisa máxima se exponen más de 4mm de mucosa gingival. El tratamiento consiste en la infiltración de AH en los músculos responsables del componente de sonrisa gingival que presente el paciente consiguiendo una disminución de la contracción máxima de estos. Se puede realizar de manera complementaria a un tratamiento de labios.
En caso de una hipoproyección del mentón, asimetrías o con una forma que no contribuya a la harmonía facial se puede realizar tratamiento en esta zona. El tratamiento se realizará con AH en plano supraperióstico generalmente hasta conseguir un resultado optimo. Se suele emplear AH de alta reticulación para asegurar la estabilidad.
En el caso de la mandíbula existen diversas características que pueden resultar más atractivas, como ángulos más marcados, una línea mandibular bien definida y un mentón que vaya en armonía con esta y el resto de la cara.
Se puede conseguir una masculinización o feminización de la cara en función de los deseos del paciente. Se realiza con AH de alta reticulación habitualmente.
El surco nasogeniano puede hacerse más pronunciado con la edad, asociado a la mímica facial. A más pronunciado más sensación de mayor edad nos transmite. Suele asociarse a falta pérdida de volúmenes faciales, pérdida de consistencia de la piel o por líneas de expresión asociadas a la mímica. El tratamiento habitualmente consiste en el relleno de este de manera aislada o asociado a otros tratamientos; los materiales que suelen emplearse son habitualmente de reticulación media-baja.
Consisten en dos líneas verticales que surgen de las comisuras orales y se dirigen en sentido descendente hacia la mandíbula generando este efecto de “marioneta”. Habitualmente su tratamiento se asocia al del surco nasogeniano y se acompaña de cierto remodelado mandibular. La reticulación de los materiales es variable.
Con el paso del tiempo se produce una pérdida de volúmenes faciales; óseos y grasos, así como pérdida de la consistencia cutánea. Estas circunstancias provocan una pérdida de volumen y proyección de los pómulos. El objetivo del tratamiento es la reposición de estos volúmenes con AH, de alta reticulación.
La mirada e sueño de los indicadores de juventud más importante de un rostro. La falta de descanso además de factores propios de cada paciente puede provocar hiperpigmentación de la zona periocular. Se puede rejuvenecer la mirada en gran medida con materiales de muy baja reticulación.
Trabajando de forma equilibrada y sutil todas las áreas antes descritas, podemos obtener un rejuvenecimiento global y natural del rostro, dándonos un aspecto más juvenil sin perder nuestra naturalidad y nuestros rasgos personales.
Se fundamenta en la inyección en la superficie de la piel de sustancias que ayudan a recuperar el agua perdida, los nutrientes y fibras de sostén, que dotan a la piel máxima hidratación y luminosidad al instante.
Consiste en la inyección de una mezcla de ácido hialurónico no reticulado, vitaminas del grupo A (retinoides) y C, antioxidantes y otras sustancias estimulantes, de tal forma que conseguimos una nutrición intensa de toda la piel tratada. En Metódyca planificamos y adecuamos un cóctel de productos personalizado en dependencia de la piel y de las necesidades que se precisen. El tratamiento es totalmente individualizado para cada paciente.
Como consecuencia de todo ello, el rostro se nota descansado y rejuvenecido, la piel se reestructura y reafirma recuperando su densidad, la cara va adquiriendo luminosidad y uniformidad y tras la primera sesión la piel se muestra más hidratada y radiante.
El número de sesiones necesarias lo determinará el médico, siendo lo normar de tres a cinco con una periodicidad de quince a veinte días. Recomendamos repetir una sesión del tratamiento a modo de recuerdo con el fin de mantener el efecto por más tiempo. Dicha sesión se realizará en dependencia de las características personales de cada paciente. La paciente puede incorporarse a su vida normal inmediatamente después y se pueden aplicar maquillaje y sus cosméticos habituales.
A pesar de resultar una opción muy atractiva cuando se quiere evitar pasar por quirófano, la rinomodelación no es siempre una alternativa a la cirugía. En efecto, durante una rinoplastia, el cirujano es capaz tanto de reducir como de aumentar el volumen de los distintos componentes de la nariz. En cambio, una rinomodelación se basa exclusivamente en la adición de volumen, por lo que no permite la corrección de grandes excesos de volumen. Sí que es posible, sin embargo, el tratamiento mediante rinomodelación de pequeñas gibas, pues la infiltración de volumen puede regularizar el dorso o realizar modificaciones en la punta de la nariz, pudiéndola elevar la misma.
La rinomodelación no requiere de anestesia y, por regla general, no existen demasiadas complicaciones tras la intervención. La recuperación es muy llevadera, el paciente puede hacer vida normal prácticamente desde la salida de la clínica. El resultado es inmediato y natural.
En cualquier caso, es necesaria un gran cautelay unas manos expertas, pues un aumento excesivo puede romper fácilmente la armonía facial.
Es una exfoliación cutánea que consiste en la renovación de las capas superficiales de la piel dañada produciendo un cambio celular en la piel que ya está obsoleta, mejorando así la apariencia, y estimulando la producción de colágeno y elastina a fin de hacerla lucir más radiante, tersa y con apariencia saludable.
La exfoliación cutánea de un peeling médico se consigue con la aplicación en la piel de diversos tipos de ácidos que, en dependecia de su actividad y pH, actuarán en las capas superficiales, medias o profundas de la dermis. En dependencia de la profundidad de acción los efectos e indicaciones serán diferentes, pudiendo tratar desde una simple limpieza profunda de la piel hasta patologías del tipo acnéico o rosáceas o melasmas, e incluso cicatrices, estrías o envejecimiento solar.
Se puede decir que entre el 50 y 70% de la piel está compuesta por colágeno.
Disponemos de diferentes enfoques para generar colágeno desde los productos que buscan una inducción por reacción a cuerpo extraño, los micro traumas, el uso de factores de crecimiento propios y el daño celular simulado.
En nuestro caso hablaremos fundamentalmente de Polinucleótidos.
Los polinucleótidos se han convertido en uno de los ingredientes estrella en tratamientos de rejuvenecimiento facial y cuidado de la piel. Os vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre los polinucleótidos y cómo pueden ayudarte a lucir una piel radiante y libre de arrugas.
Los polinucleótidos son un bioestimulador inyectable que es capaz de estimular la producción natural de colágeno y elastina en la piel para mejorar la textura, elasticidad y firmeza de la piel. Es un tratamiento versátil pudiéndose emplear tanto facial como en tratamientos corporales.
El tratamiento con polinucleótidos se realiza mediante inyecciones intradérmicas, lo que lo hace seguro para la salud y con un mínimo de molestias. Los resultados definitivos son apreciables aproximadamente después de seis semanas, el tiempo necesario para que el cuerpo produzca nuevo colágeno.
Después de recibir el tratamiento, podrás retomar tu rutina diaria de inmediato. Sin embargo, es recomendable que permitas que tu piel descanse durante al menos una semana, evitando la exposición a altas temperaturas y a la radiación solar.
Los efectos de los polinucleótidos en la piel tienen una duración que varía generalmente de seis a doce meses. La duración exacta de estos efectos puede depender de factores como el estilo de vida, la exposición a la luz solar y la edad de la persona.
Estos factores son los que tienen gran potencial para estimular la respuesta de los tejidos dañados aumentando la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico. De este modo conseguimos una piel más tersa, luminosa y de mejor calidad, así como evitar la caída del cabello al ser capaz de regenerar el folículo piloso.
Los efectos se van notando de manera progresiva, siendo más acusado a los veinte o treinta días. En el caso de aplicarse el tratamiento para evitar la alopecia, los efectos pueden notarse desde la segunda sesión. Los resultados se mantienen durante un año aproximadamente siendo muy recomendable realizarse sesiones de mantenimiento para conservar el efecto buscado.