Se trata de administrar de forma intradérmica o subcutánea distintas sustancias a pequeñas dosis, por medio de múltiples inyecciones a nivel superficial e indoloras, aplicadas en la zona a tratar buscando diversos efectos terapéuticos: activar la circulación local, mejorar la oxigenación de la piel, favorecer la lipólisis o movilización (quemado) de las grasas, favorecer la permeabilidad de la pared de las células grasas y reafirmar los tejidos.
Tanto en celulitis como en el tratamiento de la grasa localizada, la mesoterapia ha demostrado de forma clara su efectividad, es de rápido y prolongado efecto. La media de aplicaciones es de 12 sesiones (1 sesión semanal).
Una vez finalizado el tratamiento inicial, se recomiendan dosis de recuerdo periódicas (generalmente mensuales).
La mesoterapia debe ser aplicada siempre por un médico especializado en esta técnica.
Dolor, hinchazón, varices, eccema… en muchas ocasiones, hay signos y síntomas que se manifiestan en nuestras piernas pero que pueden tener un origen muy diferente, como son las enfermedades del sistema osteoarticular, neurológicas, cardiorespiratorias… y con mucha frecuencia también por patología vascular, ya sea de nuestras arterias o del sistema venoso de retorno. Es necesaria una valoración por un especialista en Angiología y Cirugía Vascular para saber diferenciarlo.
Cada paciente es único y nuestro objetivo es individualizar el tratamiento en función del tipo de varices y de las necesidades del paciente. Actualmente estamos realizando tratamientos en varices con láser y esclerosis de varices con microespuma para las varices más pequeñas y las últimas técnicas endovenosas para varices de mayor tamaño. Buscamos tratamientos efectivos, poco agresivos y con el mejor resultado estético posible.
El lipedema es una alteración o trastorno de la distribución del tejido graso, que afecta casi exclusivamente a las mujeres e involucra fundamentalmente a las extremidades inferiores.
Tiene un carácter crónico y actualmente es una enfermedad infradiagnosticada.
Afecta a los miembros inferiores de manera bilateral y simétrica. Existe una desproporción entre la distribución de la grasa de la mitad inferior y superior del cuerpo
El signo principal del lipedema es el incremento del depósito graso a nivel de los miembros inferiores sin afectar al pie, signo del anillo o del surco adiposo. No hay que confundirlo con obesidad, ya que no siempre aparece en las pacientes con Índice de Masa Corporal (IMC) elevado.
Sabemos que el lipedema empeora con el sobrepeso y la obesidad, pero son entidades diferentes.
Aproximadamente un 70% de los casos se asocian a dolor en las extremidades por lo que suelen ser derivadas a unidades de flebología y linfología.
Los síntomas que refieren las pacientes son dolor a la palpación y fragilidad capilar, que se manifiesta con hematomas espontáneos o ante mínimos traumatismos. Suelen asociar edema.
En casos extremos a limitación de la movilidad por el dolor y disfunción articular, así como alteraciones en el apoyo plantar e hiperlaxitud articular.